Locomotora Espacial

Viernes 8 pm, la noche es un oasis, la ciudad esta desierta, el techno los mueve, les agita las fibras y les acelera el ritmo cardiaco, hoy solo quieren reventar el cielo, quieren arañarle tiempo al destino, no quieren que salga el sol, esta noche solo quieren ser ellos, volar, viajar y volver a bajar. Su hogar es el refugio que encuentran en ellos mismos, su hogar es un puñado de personas, solo pretenden escapar de tanta sociedad esta noche y bailar en medio del desastre. Una pizza, unas cervezas, un saludo, un abrazo, alzan las copas y brindan por reunirse de nuevo, aquí van otra vez, el piloto, el “despiloto”, la que cuida de todos, el que se pierde en toda la fiesta y aparece al final de la misma, las chicas que están pendientes de su outfit y de que no se les olvide nada para la fiesta, un llamado rápido a un taxi y rogándole al conductor que lleve a siete en el mismo carro por unos cuantos pesos de más en su mano inician el viaje. Hoy se vale desafiar la noche, están vivos después de todo.

Una fila que parece eterna, un frío que carcome los huesos, tráfico pesado, un indigente que pide una moneda, las pertenencias bien guardadas y la ansiedad a mil, pues hoy toca el Dj favorito y por el cual llevan meses esperando. Una manilla en la muñeca para el ingreso, de esas que te torturan porque te arrancan los vellos del brazo, pero hoy nada importa, hoy se baila, se canta, se disfruta y se abrazan a los amigos en medio de la fiesta y del estupor que les causa el techno, ese techno bodeguero, el que corre a 160 beats por minuto, el mismo techno que no puede cambiar al mundo, pero que si puede tocar a las personas.

De lejos se escucha un ¡pum pum! Estridente, las caderas empiezan a menearse de un lado a otro, la punta del pie golpea el suelo una y otra vez al ritmo de ese beat lejano que viene de un salón oscuro y con luces por todo el techo. Son casi las 11 p.m., el rave les da la bienvenida, un calor sofocante, el color negro predomina, el cuero y el metal de las cadenas también forman parte de la escena, están dentro, la fiesta está comenzando y entre empujones se hacen un lugar al frente del escenario.

En el ambiente rondan unas ganas de bailar insólitas, esto es lo que pide el corazón esta noche, sudor en los cuerpos, hoy se van de viaje, sin peaje y hasta donde sus mentes sean capaces de llegar, una píldora de colores, como la píldora que toma Neo para escapar de la matrix, este escape de tanta realidad está por empezar, un escape que los llevará a una realidad caleidoscópica por un par de horas.

Han pasado 30 minutos, una de las chicas empieza a sentir sensaciones diferentes en su cuerpo, piensa que ella es Alicia y que la discoteca es el país de las maravillas, su cuerpo ya no es el mismo, el latir de su corazón va un poco más rápido, la sangre va y viene por todo su cuerpo, quiere expresarse mediante el baile, quiere preguntarle a Alicia que es lo que pasa, ella tal vez pueda conocer esa extraña, pero agradable sensación de dejarse ir, dales rienda suelta a tus pensamientos le responde Alicia dentro de la infinidad del pensamiento, que tu cuerpo se expresa y que hoy tú seas la dueña del tiempo, hoy el tiempo no te sabotea con el chantaje de su tic tac interminable.

Todo va bien, el Dj esta dando más de lo esperado, la música es el combustible para que la nave despegué esta noche, hoy no importa si eres millonario o mendigo, hoy la música une como un solo lenguaje universal. Es mitad de la noche, bailando se encuentran a sí mismos, volando hacia la luna, hacia el sol, o tal vez encontrando en el inmenso océano de la mente alguna respuesta que busca salir desde hace un tiempo pero que no encuentra el cómo y el cuándo para hacerlo, no hay nada de que preocuparse, hoy cada quien construye un mundo deseado, a su manera, construyendo castillos de espagueti, viajando sobre el océano encima de un viejo reloj, encontrándose a sí mismos en la palma de sus manos, hoy cada mundo es personal, no tiene fin y no debe ser entendido por nadie, más que por si mismos. Las puertas de la percepción de Aldous Huxley han sido abiertas, lo que se ve con los ojos es una diminuta parte, pero muy diminuta, de todo aquello que podemos ver con los ojos cerrados y mirando al interior de nuestros pensamientos.

Esta es una locomotora espacial, ya despego, es alimentada por los pensamientos de cada uno de los asistentes al rave, el piso está temblando, el techo parece que esta tan lejano, pero sobre el pueden verse las estrellas, la nave se paso de revoluciones, esta recalentada, no hay manera de pararla, tan solo queda bailar, bailar y bailar, abrazar a los amigos, preguntar como están, si todo marcha bien, que siempre prime el sentimiento de unión y hermandad.

Así se va la noche, entre estímulos corporales, beats incesantes que van directo al pecho, pasos de baile nunca antes vistos pero que nadie va a juzgar, entre la libertad del momento y el éxtasis del techno, va saliendo el sol, la noche acabará, no quieren que pase, pero son conscientes de eso, regresarán a la misma casa donde empezó todo. Algunos caen vencidos por el sueño, otros cocinan algo para todos, las mentes caleidoscópicas están volviendo a ser de nuevo lo que suelen ser, se dice adiós a un estado alterado de consciencia.

Hay mil maneras de vivir, de escapar, de renacer, de sentir y de experimentar, ¿Cuál es la adecuada? Nadie lo sabe ¿Qué esta bien? ¿Qué está mal? ¿Cómo saberlo? las palabras pueden ser triviales, innecesarias, pero a lo que se apunta con todo esto es a respetar la libertad individual de cada individuo, sin juzgarle, reclamarle o discriminarle por lo que haga con su vida, claramente desde que no afecte la integridad de los demás. Como seres humanos nos posee y nos daña el ego, ese que nos hace sentir más y mejores que otros para apuntarles con el dedo por hacer algo con lo que no estamos de acuerdo.

Como lo exprese anteriormente, las palabras son triviales, pero luego de leer a Antonio Escohotado, entiendo que la libertad es un bien primordial para todo ser humano, que violentar la capacidad de elegir del otro es violentar su capacidad de libre albedrio. Dejo dos frases de para mí el ultimo libertario de peso, que no buscaba ser reconocido en esta era moderna.

“De la piel para adentro, mando yo” Antonio Escohotado.

“Todas las soluciones que no son la libertad han conllevado la miseria material, todas han instaurado la pobreza a cambio de la pureza ideológica. Este tipo de alimento no lo compro y recomiendo que no lo compren los demás, porque es una gran mentira.” Antonio Escohotado.

Como es costumbre, escribo en la noche, cuando solo se escucha el camión de la basura y hay música en el reproductor. Hoy estas letras son acompañadas por Extreme ways - MOBY